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martes, 25 de noviembre de 2014

Vuelta a las andadas...

Seis meses han pasado desde mi última entrada... ¿Falta de tiempo?, puede que si, y puede que no, el caso es que ya estamos aquí de nuevo dando guerra, a pesar de no haber subido ninguna entrada al blog durante todo este tiempo, he de decir que las largas sesiones a los que os tenía acostumbrado no han faltado en mi historial, tengo mucho, pero que mucho repertorio guardado en la recamara para este año, y lo mejor de todo es que no paro por casa.
Muchos han sido los lugares que he frecuentado durante esta primavera, llegando a ensalabrar grandes capturas en escenarios totalmente nuevos para mí, escenarios que no conocía y que fui estudiando sesión tras sesión. Durante el verano seguí dando caña y echando alguna que otra noche, pero no con tanta intensidad como en los meses primaverales, sinceramente y muy a mi pesar "odio" el verano, me agotan estos meses tan cálidos donde todo se complica en exceso, hay días en los que prefieres recoger y volver a casa a pesar de disponer de varios días por delante, no solo son las altas temperaturas la que dificultan la práctica del Carpfishing en esta época del año, otros factores como la incomodidad a la hora de permanecer varios días a pie de orilla, el vaivén de gente por todos lados, el tan famoso cangrejo que no para de incordiar, o la insaciable minitalla son solo algunos de estos factores. Por eso que muchos de nosotros prefiramos disminuir nuestro número de sesiones veraniegas para incrementarlas en los meses siguientes con la llegada del tan esperado Otoño. Casi por arte de magia la tranquilidad vuelve a nuestras orillas, y disfrutar de atardeceres así no tiene precio...


A pesar de estar casi en Diciembre y tener el Invierno a la vuelta de la esquina, hay que decir que este año el Otoño ha sido breve, tan breve que hace un mes escaso registrábamos temperaturas de casi 25 grados, las hojas de los árboles han empezando a tocar el suelo hace escasos días, y apenas hemos podido disfrutar de esas cerradas mañanas en las que la niebla es el principal protagonista, por lo que todo va con retraso, los peces empezarán a barruntar el invierno bastante más tarde que nosotros, ya que la temperatura del agua por lo general aun está bastante más alta que años atrás por estas fechas.
Ahora es cuando están empezando a llegar las primeras lluvias torrenciales, esas lluvias que harán que el agua de nuestros embalses y ríos se oxigene bastante después de este largo y caluroso verano.


A partir de ahora es cuando muchos de nosotros empezamos a disfrutar del verdadero Carpfishing, me encanta llegar a la orilla y ver que estoy solo en la zona, que nadie me va a molestar, poder sentir la soledad que inunda el lugar, levantarme y empezar el día con un buen café caliente, que ganas de que llegue ese frío invernal, ese verdadero frío que te cala hasta los huesos y que te quita el aliento, ese frío que algún "loco" como yo adora !

jueves, 24 de abril de 2014

Tirando de líneas !

Sin duda alguna ahora es la mejor época del año para hacernos con algún buen cardumen, tras un duro y largo invierno donde el termómetro ha recogido temperaturas insólitas, gran parte de nuestras masas de agua han estado muertas en vida, los peces han ralentizado su actividad de una manera muy notable, y nuestro número de picadas en las sesiones invernales varía mucho respecto a otras épocas del año, pero eso ya se acabó, por fin empezamos a ver las primeras subidas de temperatura  y los primeros rayos de sol de esta primavera.
El blog ha estado un poco parado por temas personales y demás, pero ya es hora de empezar a darle caña de nuevo, muy ingenuo hay que ser para no aprovechar todo el tiempo posible que tengamos durante estos meses primaverales, la pesca se vuelve loca, aumentan sus ganas de comer y por lo tanto aumenta nuestro índice de picadas en la orilla. Por lo que yo no iba a ser quien desaprovechase la oportunidad de marcarse una sesioncita en esta época, con el coche cargado y con unos cuantos kilómetros por delante, mi compañero y yo nos dispusimos a explorar una nueva masa de agua, siempre pedimos alguna referencia o consejo a algún conocido que haya estado por el lugar en cuestión, pero no hay nada mejor que ver el lugar in situ con nuestros propios ojos, por lo que una vez plantado allí, me di cuenta de varios factores con los que no contaba y que os iré contando a lo largo de la entrada, factores que iban a dificultar en gran parte mi sesión.


Después de preparar todo mi equipo para lo que iban a ser unas cuantas horas de puro carpfishing, era hora de empezar a plantearse como pescar el lugar, el primer factor que iba a marcar el resultado de la sesión era la actividad de la pesca, totalmente nula en nuestra orilla y muy muy activa en la orilla opuesta, por lo que nos tocaba preparar las posturas para dejarlas a 300 metros de nuestras cañas. Como todos sabemos es muy importante disponer de bastante capacidad de línea en nuestros carretes, de aquí el título de la sesión, nunca sabemos lo que nos vamos a encontrar y en este caso mis Fox ´s y mi línea Sufix Tritanium del 0.35 se portaron muy bien.


El tiempo acompañaba, llevábamos unos días agradables y sin cambios de temperatura, por lo que al atardecer vimos grandes signos de actividad a escasos metros de la orilla contraria, después de preparar mis cañas, cada una con un tipo de cebo y cebado, ya que íbamos a pescar al Hot Spot, era hora de sacar las líneas a tomar por c...  (Ya sabéis donde, jajaja)
Una vez realizado el trabajo solo quedaba esperar para ver si obteníamos resultados, resultados que no tardarían en llegar puesto que antes de las doce de la noche una de mis alarmas me marca una fuerte arrancada, cuando quiero llegar a clavar el pez, me doy cuenta que mi carrete echa chispas, consigo clavar al animal y veo que opone bastante resistencia, me gusta, es mi primera lucha con un carpote de estas aguas, y la verdad que nada desmerece de la potencia y la bravura de peces como Orellana o Sierra Brava. Tras un rato de idas y venidas consigo hacerme con ella, al posar la captura en mi moqueta vi que se trataba de un bonito ejemplar de carpa común con un peso notable, puesto que era de noche, me tocaba guardar al animal en un saco de retención para fotografiarlo a la mañana siguiente, aunque siempre se puede hacer deprisa y corriendo la típica foto nocturna jiji.


La cosa no pintaba nada mal, llevaba escasas horas en el lugar y ya había tocado escama, al preparar de nuevo el montaje y la postura me di cuenta que mi cebo de anzuelo, en este caso un pop-up, venía bastante tocado, los “pinzas” ya empezaban a estar activos y habían hecho de las suyas, menos mal que sabía de su existencia y había puesto un flotante bastante duro y consistente, no obstante, la bola llevaba dos o tres horas en el agua, por lo que no podía arriesgarme a pescar con boilies o pop-up´s. Saqué la otra línea que estaba en el agua, y efectivamente venía sin el cebo que había colocado, mi mayor problema era que no había preparado chufa para esta sesión, como todos sabemos la chufa es una semilla que los cangrejos no suelen tocar y con la que casi siempre puedes pescar agusto, menos mal que siempre suelo llevar el típico bote con alguna que otra chufa que ha ido sobrando de otras sesiones, aún así siempre quedan los cebos artificiales y por suerte dispongo de gran variedad de la gama de Enterprise Tackle, por lo que sin pensármelo dos veces coloqué “plásticos” en una de mis posturas,  y en la otra un par de esas viejas chufas que tenía en mi bolso de cebos, y he de decir que el resultado fue excelente, mis alarmas no pararon de sonar en toda la noche, los viajes en barca a la otra orilla para dejar mis posturas fueron muchos, llegando a ensalabrar cuatro de las seis capturas que mordieron mi anzuelo, dos de ellas se salieron con la suya, una se trabó entre los juncos y espadañas de la orilla opuesta y no pude hacerme con ella ni desde la barca, y la otra, qué decir de la otra, no sé qué tendría clavado al otro lado de la línea, solo sé que antes del amanecer tuve una fuerte arrancada que dejó así mi anzuelo…


Pero bueno, son cosas que pasan y que te dejan un poco sorprendido, siempre quedará la intriga por saber que había al otro lado de mi línea.
Una vez que el sol empezaba a despuntar y a salir por el horizonte poco a poco, era hora de sacar de los sacos de retención las cuatro piezas que había conseguido durante la noche, he de decir y de recalcar que es muy importante el uso único y exclusivo de un saco de retención por captura, no podemos meter varios peces en un mismo saco, podemos ocasionarles heridas muy graves, ya he visto a más de un inconsciente con un saco de retención lleno de carpas y no es lo más correcto, así que recordar que aparte del tan sonado captura y suelta, que siempre hay que llevar a cabo, también es importante cuidar de los peces mientras estén retenidos hasta que se los haga la foto, una vez dicho esto vamos con las fotos de las cuatro carpas de la sesión:



Alguna salía con la boca un tanto tocada, pero siempre dispongo de mi Clean-ink, para curarlas a tiempo...


Como podéis apreciar, todas las capturas fueron carpas comunes, fuertes y muy sanas, con una gran boca y una librea preciosa, ahora os mostraré a la "big" de la sesión que fue la última en llegar a mis manos...



Después de inmortalizar a todas las capturas y de devolverlas a su medio, era hora de recoger y poner rumbo a casa para dar por finalizada esta corta pero fructífera sesión que me da un buen comienzo de primavera. No siempre hay que pescar en nuestros lugares más cercanos o de confianza, a veces también hay que coger el coche, gastarnos los cuartos y poner rumbo a lugares desconocidos, vivir nuevas experiencias y complicarnos para dar con la tecla, cada escenario es diferente por lo que hay que buscarle el truco a cada uno, nunca sabemos dónde puede estar la sesión de nuestra vida, lo que sí sabemos es que desde el sillón de casa no vamos a triunfar, sal, conoce y disfruta, ya que esa es la verdadera esencia del carpfishing. !



miércoles, 26 de febrero de 2014

Puntos calientes, ON FIRE !!


Lluvias, heladas, riadas, temperaturas bajo cero, peces ináctivos… Si amigos, como todos sabemos la pesca en invierno se complica, y de qué manera, pocos son los “locos” que deciden salir en esta época en busca de una buena y fructífera sesión, en estos meses tan fríos gran parte del pescado de cualquier masa de agua ralentiza su comportamiento, de tal manera que escasos son los peces que se mueven en busca de alimento.


Como dice un gran carpista, el invierno es buena época para los pescadores sufridores, junto a la primavera es una de las épocas del año donde podemos obtener la captura de grandes ejemplares, la minitalla o la llamada “morralla” deja de incordiar en nuestras sesiones invernales, por lo que el número de picadas se reduce muy notablemente, aumentando así la posibilidad de que un ciprínido de gran porte muerda nuestro anzuelo. En estos meses podemos realizar sesiones de tres, cuatro o incluso más días y volvernos a casa sin escuchar nuestras alarmas, eso en verano rara vez ocurre…
Hay pescadores que son fieles a sus cebaderos durante todo el año, yo sin embargo en estos meses previos a la primavera me gusta emplear otra técnica, la llamada “Hot spot”, como ya sabéis consiste en buscar puntos calientes, sondearlos, marcarlos y pescarlos sin haber realizado un cebado previo.


Bajo mi punto de vista cuando el agua está tan fría, que su temperatura se reduce a los 5 o 6 grados (Dependiendo del lugar), el pez suele alimentarse muy poco, por lo que no veo ni comparto la idea de volcar gran cantidad de alimento en nuestro pesquil, para mi es más probable obtener alguna picada con una postura llamativa y nutritiva, por lo que en sesiones de varios días intento jugar y probar con diferentes cebos, siempre potenciándolos con sus DIP, lo más importante es confiar en nuestro cebo de anzuelo, ya que en estos casos va a protagonizar un gran papel a la hora de esperar resultados, no es lo mismo haber volcado un cubo de grano varios días antes de realizar una sesión, que llegar a un lugar, marcar la zona e intentar buscar a los peces, por lo que necesitamos cebos de atracción rápida.
En mi última salida, disponía de unas 12 horas para conseguir resultados, por lo que en sesiones cortas es importante y recomendable conocer con anterioridad el lugar en el que vamos a pescar, antes de que saliera el sol cogí mi coche y me planté en el lugar, durante el amanecer la pesca se movía a pesar de las bajas temperaturas, se veían tímidas bocanadas y algún que otro salto, por lo que sin perder el tiempo saqué mis posturas con la barca y como de costumbre me dediqué a esperar.


La mañana pasó con toda normalidad, las cañas llevaban bastantes horas en el agua y estaba seguro de que todo estaba en orden, era cuestión de tiempo que alguna alarma rompiese el silencio, y a media tarde una de mis cañas me marca una fuerte arrancada, el pez saca metros y metros de línea con un gran ímpetu en dirección a la orilla opuesta, consigo clavar al animal y tras unos minutos de lucha consigo traer al pez hacía mi orilla, no quería tocar moqueta, pero un poco después consigo ensalabrar una bonita común que se quedó a escasos gramos de llegar a las dos cifras.



Después de curar la herida al pez y hacerme las típicas fotos de recuerdo, solté la captura y volví a sacar mi línea al lugar indicado, me dio buenas sensaciones por lo que de nuevo confié en dejar allí mi postura, apenas me dio tiempo a volver con la barca a mi orilla cuando de nuevo vuelve a arrancarse la misma caña, madre mía que subidón de adrenalina, había dado con un punto caliente y de qué manera, la pesca estaba por la zona.
Tras otro buen rato de lucha un poco más costoso que el anterior, consigo ensalabrar otra fuerte y sana común típica del lugar, tiran como motos y muchas consiguen el objetivo de desanzuelarse, pero esta como la anterior tocó moqueta.
Ya era tarde para volver a sacar la línea, la noche se echaba encima y era hora de empezar a recoger para volver a casa, por lo que me dispuse a inmortalizar el momento con la captura para después devolverla a su lugar de origen,


Como veis se pueden obtener picadas a pesar de estar atravesando los meses más fríos del año, solo hace falta colocar nuestras posturas en el lugar indicado, ahora los peces no campan a sus anchas de un lado para otro en busca de algo que llevarse a la boca, por lo que hay que buscarlos en puntos concretos, y para terminar que nunca esta de más, recordaros como ya he hecho en anteriores ocasiones que siempre, siempre, siempre hay que practicar la captura y suelta del animal, en cualquier escenario en el que practiquemos nuestra modalidad, nunca se sabe cuándo podemos volver a tener de nuevo en nuestras manos un pez que ya hemos capturado previamente, yo por suerte ya he experimentado esa sensación y es una verdadera pasada, no lo olvidéis…. ¡ CATH AND RELEASE !



lunes, 20 de enero de 2014

Salvando el bolo, y de que manera !

Ya tocaba, después de varios meses era hora de volver por aguas extremeñas, no hay mejor manera de comenzar el año que pisando orilla durante varios días…
Como todos sabemos la provincia de Extremadura es una de los mejores zonas de nuestra península para la practica del carpfishing, grandes ciprínidos que poblan sus aguas son los culpables de que cientos de pescadores acudan desde todos los puntos de España e incluso de Europa a intentar sacar algún espécimen de buen tamaño… Yo por suerte tengo grandes embalses como Cíjara, Sierra Brava u Orellana a escasos kilómetros de casa, por lo que puedo permitirme el lujo de realizar varias sesiones a lo largo del año.
Previamente a cada sesión me gusta informarme sobre la zona que vamos a pescar, factores como la presión atmosférica, las temperaturas o el nivel del embalse elegido pueden ser los causantes de una gran sesión o de lo que es peor… un gran bolo.
Suelo salir poco en solitario, y menos cuando voy a estar cuatro o cinco noches esperando picada, un pequeño inconveniente se puede convertir en un gran problema sino dispones de la ayuda de algún compañero, por lo que en esta sesión de nuevo me tocó compartir orilla con dos grandes pescadores y mejores personas, Jorge y Jose.


Una vez llegado al lugar en cuestión, nos pusimos a observar la actividad del pesquil y la previsión meteorológica para los próximos días. Por lo visto íbamos a tener un tiempo bastante estable, las mínimas y las máximas temperaturas no iban a variar mucho mientras estuviésemos allí, y eso nos animaba bastante. Mientras mi compañero Jose iba preparando sus montajes, yo iba sondeando y marcando los puntos calientes.


Todo pintaba muy bien y a eso de las seis de la tarde ya teníamos todas nuestras posturas en el agua esperando la picada inicial de la sesión, pero la primera noche paso tranquila, sin sobresaltos. A la mañana siguiente sacamos las cañas y vimos que nuestros montajes se encontraban en perfecto estado, ni rastro de minitalla ni cangrejos incordiando nuestras posturas, por lo que durante toda la sesión pudimos pescar con comida natural y con boilies sin problema alguno.
En ésta época del año, el 90 % de los peces (tanto ciprínidos como depredadores) suelen moverse muy poco, el duro invierno y las bajas temperaturas del agua ralentizan su actividad e impiden al animal buscar comida como lo harían en otras estaciones del año como Primavera o Verano, por lo que debemos ofrecer al pez una postura que sea muy apetecible y le estimule para conseguir la tan esperada picada.
En meses tan fríos soy partidario de emplear la técnica “Hot Spot”, una postura muy fina con algún boilie triturado y un poco de stick mix del sabor elegido alrededor, puede ser demoledor.


Ya se nos empezaba a venir encima la segunda noche, por lo que era hora de empezar a sacar nuestras lineas para dejar todo preparado un poco antes del atardecer. Con todo listo solo tocaba esperar la arrancada de alguna de nuestras cañas, que no iba a llegar hasta la mañana siguiente.
A eso de las ocho con el sol despuntando en el horizonte, mi receptor me marcó una gran salida en una de mis cañas, en seguida salí del bivvy y me abalancé sobre la caña, teniendo clavado al animal, rápidamende empezó a sacarme linea del carrete, y cuando la iba ganando metros poco a poco de nuevo me volvía a sorprender con otra fuerte arrancada, sin duda alguna un buen carpón había mordido mi anzuelo.
Después de algunos minutos más de lucha, y de algún que otro cabeceo cerca de la sacadera, pude ensalabrar la captura, una royal preciosa y muy sana llegaba a mi moqueta. Nos dispusimos a curarle la herida ocasionada en la lucha y a pesar al pez, nada mas ver la captura vi que era un pez grande y de buen porte, ¡Pero lo que no sabía es que estaba ante mi nuevo récord de carpa royal !
    


Después de la sesión fotográfrica y de un video que ya subiré, procedimos a realizar la suelta del pez.




Visto lo visto la pesca se movía en torno a unos 8 o 10 metros de profundidad, y en los laterales del cauce del río, por lo que no dudamos en usar la misma estrategia en alguna que otra caña más, y terminó dando resultado. Llegando al final de la sesión, en la última mañana, cuando mi compañero empezaba a pensar que volvería con un gran cero para casa se arrancó con ganas una de sus cañas, una vez con el pez clavado y viendo la lucha y la resistencia que presentaba vimos que estábamos ante otro buen ejemplar, después de un buen rato de vaivenes, pudo ensalabrar su captura y llevar a la moqueta una preciosa carpa común con un peso más que aceptable que hacía despedirnos de la sesión con un buen sabor de boca.




Quizás fue casualidad, podemos llamarlo como queramos, pero la postura a la que entró el pez de Jose estaba entre unos 8 o 10 metros y en un lateral de la caja del río tal y como estaba la mía anteriormente.
No todo el mundo consigue obtener picadas en invierno, como podéis apreciar el pez apenas presenta signos de actividad, por lo que nos dábamos por satisfechos, dos peces de buen porte, un nuevo récord y unos días en buen compañía fueron los causantes de regresar a casa con ganas de volver pronto por allí… ¿Qué más se puede pedir?